Ayer llegamos a Xi'an, después de una noche metidos en un tren. El viaje en tren fue bastante cómodo, y muy rápido. Llegamos 20 minutos antes de la hora programada, y descubrimos que la estación no era nada parecida a la de Beijing. Esta era fea, muy fea. Fea, chiquita y sucia, y los alrededores no eran mejores. Tratamos de buscar desayuno, pero no conseguimos, así que compramos dos kilos de fruta en 10 yuanes (se supone que hay que pedir rebaja, pero me parece ridículo pedir rebaja sobre ese precio), y fuimos al hotel.
El escoger medio al azar el hotel en xi'an no fue tan malo. Queda en el centro de la ciudad, muy cerca a la torre del campanario. Está en una zona muy comercial, con puestos de ropa callejeros y otras cosas. Acá todo es mucho mas barato que en beijing, y ya se puede regatear de una manera mas razonable. Un amigo de mi profesor de chino vive acá, y mañana nos va a acompañar a ver los guerreros de terracota. También espero que nos ayude un poco a saber los precios de las cosas, aunque supongo que ofrecer muy bajo lo mas que puede causar es que no nos vendan.
Estuvimos un buen rato en la calle islámica, donde compramos frutas pasas y el almuerzo, que consistía en una carne que no logré saber de que era. Las traducciones al inglés de los menús son malísimas, y no hay forma de estar seguros de que se come. La calle islámica parece ser muy tradicional en xi'an, y no se hagan ideas raras; son islámicos, no árabes. No deja de ser curioso ver a mujeres chinas con el velo islámico, pero recordando mis muchas horas viendo Natgeo recordé que en efecto el noroccidente de china tiene una gran población islámica.
Así se terminó nuestro primer día en xi'an. Esta ciudad es curiosa, porque aparte de los guerreros, y como sitios turísticos, sólo hay algunos templos, y las entradas son caras teniendo en cuenta que lo único que hay es la vista. Sin embargo la ciudad está llena de vida, y se pueden dar vueltas por todo lado sin aburrirse.
El escoger medio al azar el hotel en xi'an no fue tan malo. Queda en el centro de la ciudad, muy cerca a la torre del campanario. Está en una zona muy comercial, con puestos de ropa callejeros y otras cosas. Acá todo es mucho mas barato que en beijing, y ya se puede regatear de una manera mas razonable. Un amigo de mi profesor de chino vive acá, y mañana nos va a acompañar a ver los guerreros de terracota. También espero que nos ayude un poco a saber los precios de las cosas, aunque supongo que ofrecer muy bajo lo mas que puede causar es que no nos vendan.
Estuvimos un buen rato en la calle islámica, donde compramos frutas pasas y el almuerzo, que consistía en una carne que no logré saber de que era. Las traducciones al inglés de los menús son malísimas, y no hay forma de estar seguros de que se come. La calle islámica parece ser muy tradicional en xi'an, y no se hagan ideas raras; son islámicos, no árabes. No deja de ser curioso ver a mujeres chinas con el velo islámico, pero recordando mis muchas horas viendo Natgeo recordé que en efecto el noroccidente de china tiene una gran población islámica.
Así se terminó nuestro primer día en xi'an. Esta ciudad es curiosa, porque aparte de los guerreros, y como sitios turísticos, sólo hay algunos templos, y las entradas son caras teniendo en cuenta que lo único que hay es la vista. Sin embargo la ciudad está llena de vida, y se pueden dar vueltas por todo lado sin aburrirse.
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