Saturday, October 22, 2005

La paradoja subjetivista

Las últimas semanas he gastado mucho de mi tiempo ocioso (mis paseos en transmilenio y mis caminatas desde la estación hasta la oficina) en pensar en el objetivismo y el subjetivismo. Antes, cuando era joven (de verdad joven) pensaba que la verdad no existía, que nada podemos conocer, y que todo era subjetivo.

Hoy pienso diferente, pienso que el mundo existe sin nosotros, que ha existido por mucho tiempo sin que nadie lo contemple, y que seguirá aquí después de que los últimos ojos humanos se hayan cerrado. Pero eso es solo lo que yo pienso, podría ser que solo sea una idea de mi mente, y que la realidad sea otra. ¿Quién podría saber?

Entonces se me ocurrió: la paradoja del subjetivismo. Si los subjetivistas tuviesen razón, y las cosas solo existen cuando se les observa, cuando tenemos consciencia de su existencia, entonces la existencia objetiva de las cosas solo sería una apreciación subjetiva, y dejaría de existir tan pronto como dejemos de creer en ella. Eso quiere decir que mi creencia en una existencia objetiva sería en realidad una apreciación subjetiva, y lo que realmente exitiría serían muchas apreciaciones subjetivas diferentes, y esa sería una verdad absoluta, una verdad objetiva, y todo el asunto perdería sentido: ¿como puede algo que es objetivo ser subjetivo al mismo tiempo?

En conclusión: gasto mucho tiempo transladandome entre mi casa y mi trabajo. Creo que voy a comprar un carro.