Thursday, April 05, 2007

Almedras amargas

El olor a almendras amargas le recordó...
¿Qué le recordó el olor de las almendras amargas? Recuerdo vagamente que esta frase corresponde a una novela policiaca que leí hace muchos años, recuerdo que el olor era el del cianuro que alguien (un químico industrial) había tomado para evitar la deshonra de ir a la cárcel. No recuerdo si esta frase aparecía al comienzo o al final de la novela, no recuerdo el nombre de la novela y ni siquiera recuerdo la trama. Este recuerdo me puso a pensar en como funciona nuestra memoria. ¿Qué me hizo recordar las almendras amargas, y olvidar los demás datos? Por supuesto el "que" exacto no lo puedo saber, pero puedo suponer que está muy relacionado con el impacto que causó la frase en mi.

Decir "impacto" es demasiado genérico, y no da mayores pistas sobre la diferencia entre las almendras amargas y las causas del asesinato en la novela... No es que recuerde un asesinato, es que en todas las novelas policiacas hay uno, y aquí ya tenemos una pista. Nunca antes había sabido que el cianuro olía como almendras amargas, mientras ya antes había leído novelas policiacas y conocía la trama común, así que la novedad es un factor importante.

Pero tomemos el tiempo para ver nuestra memoria. Durante mucho tiempo se pensó que la memoria era como una grabadora, que todo lo que pasaba quedaba en ella, y que solo era cuestión de rebobinar el casete para encontrar lo que buscamos. Hoy en día se considera que la memoria es fragmentaria, que está hecha de muchas asociaciones y conexiones entre ideas, conceptos y otros recuerdos. La memoria es difusa y en ella atesoramos cosas sencillas y complejas que nos hacen identificarnos como nosotros mismos.