Wednesday, April 16, 2008

El juego

Una sola mirada dice "si quiero, quiero jugar". Así que jugamos. Jugamos en la penumbra, entre música y alcohol. Nadie quiere jugar de día, nadie quiere jugar en silencio. Hablamos de todo y de nada, compartimos trivialidades y pequeños secretos, y todo acto es una buena excusa para acercarse un poco mas. Un poco de baile y mas risas, juego a ser el chico "medio bueno, medio malo", mientras tu juegas a ser "medio tímida, medio atrevida", ahora es un "SI QUIERO" con mayúsculas.

No es solo juntar los labios, es sentir el aliento tibio de la otra persona, es sentir un cuerpo cerca, sentir un pequeño estremecimiento, olvidar la vista y concentrarse en el tacto. Es saber que hemos estado jugado el mismo juego. No son solo abrazos y besos, es el calor y el deseo de avanzar y detenerse. El miedo a hacer el movimiento equivocado y terminar la noche con un mal sabor.

No es simplemente estar solos, es que ya no hay mas mundo sino tu y yo. Y estando solo tu y yo tu aliento, tu mirada y todo tu cuerpo me dicen que jugué bien, me dicen: "Eres bienvenido. ¿Querías tocar? toca, ¿Querías besar? besa. Soy tuya".

Todos los sentidos se mezclan: se mira con las manos, se toca con la boca, se habla con la mirada. Se descubre la piel que arde bajo la ropa y cada centímetro de piel descubierto es un centímetro de piel para tocar y besar. Es el momento de buscar el punto que hace temblar, la caricia que hace volar. Es querer fundirse en uno solo, es sentirse el uno parte del otro, es sentir el placer de dar placer, es estremecerse y tocar el cielo. Es poder decirte: "llévame dentro de ti y tómame por prisionero. Soy tuyo".

Si, es simplemente un juego: para una noche, para toda la vida.

Saturday, April 05, 2008

¿Qué hacer con las promesas que no tenemos que cumplir?

Antes de empezar debo hacer una advertencia. Si no ha visto " no country for old men" y le interesa verla, no siga leyendo.

Cuando Chigurh (Javier Bardem), el asesino de nombre chistoso y peinado aún mas chistoso, promete a Moss que no matará a su esposa si le entrega el dinero, es difícil imaginar que esa promesa permitiría darle el cierre final a la película. Moss decide intentar quedarse con el dinero, pero los dueños "legítimos" (una banda de narcotraficantes) lo encuentran, lo matan, y recuperan su dinero.

La suegra de Moss muere de cancer, y Tom Bell (el policía que investigaba el asunto) se jubila sin haber resuelto el caso. Un final raro, y un poco decepcionante. Pero de pronto Chigurth aparece en la casa de Carla Moss y ella sabe que va a morir. El no la mata por el dinero, no la mata por venganza, ni siquiera por placer. La mata porque dijo que eso haría, porque era una promesa. Queda una escena mas antes de que termine la película, pero no tiene la fuerza de la escena que acabamos de ver.

Me surge entonces la pregunta ¿qué hacer con las promesas que no necesitamos cumplir? Si prometiste invitar a tu boda a un amigo y tu amigo muere, ya la promesa no se pueda cumplir, aunque tal vez tenga sentido invitar a su esposa, o hijos, o padres, para que esté presente un poco. ¿Pero si, por la razón que fuera, ya no fuera tu amigo?

Para algunos pocos (como Chigurth) la promesa se cumple; pones la invitación en el correo y ya. Para otros (la mayoría, creo) no se cumple porque hay hay razones mas que suficientes, o podría ser incluso que la hubieran olvidado. Pero para mi es un pequeño dilema. Creo que yo guardaría la invitación por si acaso algún día se da la oportunidad de entregarla y decir que la promesa no se olvidó, pero que hubo razones para no cumplir; igual que guardo la dedicatoria de ese ramo de flores que prometí enviar, que aún podría enviar, y que sin embargo no voy a enviar.