Sunday, September 04, 2005

Extrañando al ICQ

El ICQ, para aquellos que no recuerdan, fue el programa de mensajería instantanea mas popular a finales de los 90. Hacía lo que hacen todos los programas de IM: avisar cuando un amigo está en línea y enviarle mensajes. Tenía una bonita señal sonora para avisar cuando alguien estaba en línea, algo que sonaba parecido a un golpe en una puerta de madera; un bonito juego de iconos de florecitas y un sonido imitación de máquina de escribir cuando escribía un mensaje.

La llegada al mercado de windows xp acabó con ICQ en la misma forma que windows 98 acabó con netscape: el usuario tenía MSN messenger con solo encender su computador, ¿para que bajar otro programa? Bueno, había una muy buena razón: búsquedas. En los mensajeros instantaneos actuales es necesario saber la dirección de correo de la persona a la que queremos añadir. En ICQ existía una opción llamada "perfil público" que permitía que cualquier persona nos encontrara a través de las herramientas de búsqueda incorporadas en el mismo programa. Se podía buscar por edad, país, género y hasta intereses; un servicio que hoy en día requiere suscripciones pagas a los inútiles servicios de citas en línea. También era posible hacer un contacto aleatorio, y ver si hay algien interesante para hablar.

En sus últimos días, cuando ya estaba condenado a la desaparición, ICQ incluyó un servicio de redes de amigos. Las redes funcionan de una manera simple: los amigos de mis amigos son mis amigos. Es posible ver a las personas que están en la lista de contactos de tus amigos, y ver los contactos de estos contactos y los contactos de estos contactos y... bueno, ya se hacen a la idea. Estas redes sociales son el principio de sitios como orkut (de google).

Y ahora que llegamos a google me pregunto que planean hacer con su mensajero instantaneo (google talk). En este momento parece una versión minimalista (muy google) de un IM, manda mensajes y los recibe. Nada de iconos animados, nada de zumbidos, nada muy cool. Sin embargo el oráculo está en una posición interesante: el protocolo que usan (jabber) soporta directorio de usuarios, también tienen un servicio de redes sociales, e incluso un servicio de blog (si, este mismo). Si mezclamos todo un poco, tal vez no tenga que extrañar eternamente al ICQ.



Friday, September 02, 2005

Contra Natura

La teoría de la evolución dice que solo el mas apto sobrevive. Eso quiere decir que la competencia por la supervivencia de las especies es feroz e inmisericorde. No existe cosa como la compasión en el mundo natural. El depredador no se detiene al devorar a su presa, y nosotros, los seres humanos, somos los depredadores mas efectivos del planeta. No hay ningún ser vivo que nos compita. Nuestra inteligencia nos ha permitido enfrentarnos a la naturaleza con bastante éxito, podemos luchar contra las enfermedades, contra los desastres naturales y hasta controlar nuestra reproducción. Queremos dominar el planeta y para lograrlo cambiamos el entorno a nuestro antojo, muchas veces con consecuencias terribles, incluso para nosotros mismos. Y es que no parecemos muy interesados en medir las consecuencias de nuestros actos: somos depredadores y punto.

El instinto nos empuja a perseguir nuestro bienestar sin pensar en lo que pueda pasarle a quien se cruce en nuestro camino, nos da igual cortar un árbol, que matar una vaca o quitarle los medios de subsistencia a nuestros semejantes. Esto no sería un gran problema (la naturaleza siempre ha sido así, ¿no?) si no fuera porque somos varios miles de millones y seguimos ciegamente ese impulso egoista en busca de nuestro bienestar; competimos entre nosotros de la misma forma en que competimos con otras especies y olvidamos que aquello que nos trae bienestar individual, puede ser la miseria de alguien mas. Cada noche millones se acuestan sin comer, cada mañana millones se despiertan sin saber como van a vivir el día que llega.

Toda esta misera, cuando uno la mira bien, es fácil de detener. Todo lo que tenemos que hacer es ir "contra natura", olvidar la competencia individual y darnos cuenta de que solo podemos tener un éxito real como sociedad (o como especie, da igual como lo llamemos).