Saturday, July 28, 2007

Carta abierta

Si fuéramos piedras no seríamos una sola, seríamos una amalgama de pizarra, mármol, arena y cal. Sufriríamos los estragos del clima, nos romperíamos y revolcaríamos con cada sismo, nos erosionaríamos con la lluvia y el viento, nos moldearía el trabajo de aquellos que buscan en nosotros establecer su morada, cultivar o que simplemente nos recorren.

Quise ser piedra para que hicieras tu casa en mi, tu lo dudaste y miraste de lejos como me transformaba. Pero las fallas que me atraviesan sintieron celos y se sacudieron, destrozando lo que había construido para ti. Quise que fueras tierra para mi; cultivar en ti mis sueños, hacerte florecer para mi. Pero cultivé en invierno y el frío quemó las semillas.

Ahora que no puedes esperar mas, y que no me quedan semillas por plantar; el tiempo lloverá, y la distancia soplará. Al igual que el viento y la lluvia, el tiempo y la distancia erosionarán tu recuerdo y el mio; y solo me queda desear que lo malo sea arenisca, y lo bueno sea mármol, para que lo malo se vaya, y lo bueno se descubra con su belleza caprichosa, formada sin saber como por la mano invisible de nuestras acciones.

Friday, July 13, 2007

Contra el demonio

A Buda le tomó 13 años, a Jesús 40 días, a Mahoma le tomó solo una noche; pero todos se enfrentaron al demonio antes de iniciar su verdadera labor en la tierra. Tal vez sea una historia inventada por sus seguidores, o tal vez en verdad ellos lo lograron, pero para los demás mortales es una tarea de verdad difícil.

Nos pasamos la vida buscando aquí y allá, experimentando esto y aquello, deseando pastar en las praderas vecinas, huyendo siempre de los demonios que nos atormentan. Luego algo en nuestra vida cambia, y los demonios entran hasta nuestro cuarto, se meten en nuestros sueños y en nuestra vigilia para destrozarlo todo. Sufrimos, lloramos y finalmente aceptamos que no nos queda mas remedio que enfrentarnos al demonio. Y nos enfrentamos, o al menos lo intentamos.

Tal vez sea yo, pero dudo mucho de aquellos que emergen victoriosos de esas luchas. Puede ser que en verdad hayan vencido, puede ser que yo sea el único que no lo logra. Pero siento que no importa lo malo de la situación siempre hay un camino de huida, y no por haberlo encontrado podemos decir que estamos ganando, solo tenemos una nueva pausa. Podemos pensar mientras corremos (un poco liberados) que hemos vencido al demonio, pero en realidad es el demonio quien nos ha vencido. Nos ha hecho correr otra vez, solo para cazarnos mas adelante.