Algunas veces la ignorancia nos da la felicidad. El no ser consciente de la razón de nuestros actos, el no entender el funcionamiento de la sociedad o el esperar vida después de la muerte nos proveen de la seguridad y esperanza necesarios para continuar con nuestra vida.
Esta mañana hablé con una medica amiga, y le comenté sobre la muerte de mi hermana. Le conté como el primer médico que la vio la mandó al siquiatra cuando lo que tenía era un cancer de pancreas. Ella me dijo que aunque le hubieran descubierto el cancer a tiempo nada podían hacer. Que las esperanzas ante un cancer de pancreas son casi nulas (las posibildades de salvarse son similares a un error estadístico) y que su esperanza de vida era de apenas unos meses.
Ella vivió un año completo condenada a muerte, pero con la esperanza de seguir viviendo. Ni siquiera al final fue consciente de que ya no tenía esperanzas de sobrevivir. ¿No fue su último año mejor vivido en estas circunstancias, que vivirlo con la certeza de una muerte cercana? La respuesta está abierta, y será desconocida para mi hasta el día que me enfrente a mi propia muerte.
Esta mañana hablé con una medica amiga, y le comenté sobre la muerte de mi hermana. Le conté como el primer médico que la vio la mandó al siquiatra cuando lo que tenía era un cancer de pancreas. Ella me dijo que aunque le hubieran descubierto el cancer a tiempo nada podían hacer. Que las esperanzas ante un cancer de pancreas son casi nulas (las posibildades de salvarse son similares a un error estadístico) y que su esperanza de vida era de apenas unos meses.
Ella vivió un año completo condenada a muerte, pero con la esperanza de seguir viviendo. Ni siquiera al final fue consciente de que ya no tenía esperanzas de sobrevivir. ¿No fue su último año mejor vivido en estas circunstancias, que vivirlo con la certeza de una muerte cercana? La respuesta está abierta, y será desconocida para mi hasta el día que me enfrente a mi propia muerte.
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