Tuesday, November 18, 2008

Cinco sentidos

sensual.

(Del lat. sensuālis).

1. adj. Perteneciente o relativo a las sensaciones de los sentidos.

2. adj. Se dice de los gustos y deleites de los sentidos, de las cosas que los incitan o satisfacen y de las personas aficionadas a ellos.



Me gusta el dulce de las frutas, en especial el almíbar que suelta el banano cocido a fuego lento y sin una gota de azúcar. Me gusta el amargo del chocolate, el amargo del café. Me gusta el sabor indescriptible de las semillas, la sazón mágica de la comida de casa. Sí, también me gusta el sabor de tus besos.

Me gustan los sonidos que no necesitan ser música para entenderse; el arrullo de la lluvia en las noches, el sonido mi expiración debajo del agua, el chapoteo de los pies del nadador que va delante de mi. Me gusta la sinfonía de la cocina: el agua que hierve, la carne que se asa, el cuchillo que corta. Me encanta tu voz de niña mimada cuando dices mi nombre y tu respiración entrecortada cuando hacemos el amor.

Me gusta calor del sol en mi cuerpo, el agua que me acaricia en la ducha, el agua que me recibe en la piscina. Me gusta la sensación de miles de agujas al pasar mi mano por mi cabeza rapada, o el cosquilleo que se siente al meter los brazos hasta el codo en un granero de lentejas. Me encanta morder las gomitas de dulce, y el chocolate que se derrite en mi boca. Me derrite la suavidad de tu piel, y el calor de tu cuerpo que me arropa en las noches frías.

Me gusta el olor de la cena recién servida, el olor de las frutas maduras, el olor del café molido y del chocolate caliente. El gusto y el olfato siempre se mezclan. Me gusta el olor de ese árbol que adorna las calles bogotanas, cuyo nombre no recuerdo, que siempre regalaba su aroma al atardecer. Me gusta el olor del champú, de los jabones, suavizantes y todas esas cosas; aunque mas bien debería decir que me gusta el olor del pelo que huele a champú, de la ropa que huele a suavizante y de todas esas cosas. Me gusta el olor de tu perfume, sobre todo al final del día cuando queda poco y cuesta trabajo distinguirlo de tu propio olor. Me encanta el olor de tu nuca, porque es lo primero que reconozco de ti al despertar.

Me gustan los colores, la luz, las formas simétricas y las vistas que parecen compuestas con el propósito de ser bonitas a la vista. Me encanta la luz que se escapa entre las hojas de los árboles; el color de las hojas en otoño; los colores caprichosos de las nubes al atardecer. Me gustan las lueces que iluminan la noche por pedazos, que descubren un poquito de ciudad a la vez; la luz que se escapa por debajo de la puerta y las sombras que se vislumbran en las ventanas vecinas. Me hipnotizan los colores de las mariposas y los reflejos cambiantes de sus alas. Me gusta el rojo con verde de un ramo de rosas, el rojo intenso de las fresas maduras y la feria de colores que es la sección de frutas en el supermercado. Me gusta mirarte, mirar tus ojos, tu boca, tu pelo mojado al salir de la ducha.

Son cinco sentidos para conocer el mundo. Cinco sentidos para amar la vida. Cinco sentidos para amarte a ti.

Sunday, November 09, 2008

Entre miedos y esperanzas

Read "between hopes and fears"

Viendo la cara de éxtasis de los estadounidenses que salieron a celebrar la victoria de Obama se diría que mas que aclamar a un político, estaban aclamando a un mesías. Aquel que los va a sacar de la oscura situación actual a algo mucho mejor. No celebran la victoria, sino la esperanza.

Pero este cambio es algo normal, una oscilación que ocurre periódicamente. En los EE.UU, al igual que en cualquier país "democrático" los votos se mueven con el péndulo de las ilusiones y los temores. Cuando todo está bien, se tiene miedo a cambiar, se sigue por el mismo camino, hasta que el camino se agota y entonces se ponen las esperanzas en algo nuevo y diferente.

La crisis actual fue alimentada por malas políticas y malas decisiones del gobierno republicano. Así que la gente se cansó de ellos y de sus recetas económicas: "el gobierno no es la solución a nuestros problemas; el gobierno es el problema". Esta frase de Ronald Reagan sería la piedra angular de la filosofía conservadora que dirigió EE.UU durante los últimos años, y ahora que los problemas económicos afectan a todos los ciudadanos, que el desempleo, el impago de la deuda y la inestabilidad les asusta. Ahora el gobierno parece ser la única solución.

Así aparece de pronto un orador excelente como es Barack Obama, y con un simple "sí, podemos" convierte los temores en esperanzas, en promesas. Pero sus planes no representan cambios tan grandes como muchos creen. Obama no está interesado en cambiar las reglas básicas del juego. Solo pretende aliviar un poco la carga que estas reglas generan en la clase trabajadora. Darle una ventaja a los mas débiles en el juego salvaje del capitalismo no hace menos salvaje el juego. Al final unos pocos se quedan con todo y la mayoría se quedan sin nada.

Sí creo que el próximo presidente de EE.UU no va a ser tan malo como el actual, pero no puedo ser muy optimista respecto a el. Son los asuntos de siempre, las políticas de siempre. La esperanza que vendrá seguida de la desilusión, del miedo y de la esperanza nuevamente.

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¿Quién es Roxana Gap?

Between hopes and fears

Leer "entre miedos y esperanzas".

Looking at the joy faces of so many voters and non-voters in the USA after Obama's victory, you would say that they are watching a new messiah and not a new president. They don't look just happy, they are in ecstasy. They are looking for a new hope, something that can change their lives for better.

But is just an illusion, something that happens regularly, the people in the USA, as well as the people in any "democratic" country is driven by a pendulum of fears and hopes. While the economy goes well, the people is driven by fear, the fear to change, the fear to the different. When the bad times come they move to the hope for change, hope for something different that can improve the situation.

The current economic crisis, driven by very bad decisions and policies, has made the people disappointed of the Republican party, and the economic recipe they have pushed as the solution for everything. "Government is not the solution to our problems; government is the problem," said Ronald Reagan. And this principle would guide the economy for the last years. But now they have real problems at home; the layoffs, the unemployment, the unpayable mortgages are what worries them. And the government seems now to be the only one able to fix the problems.

When a exceptional speaker as Barack Obama appears in scene and tell them: "yes, we can," is not just a nice speech, is a real hope, a promise. But Obama's plan is much more conservative that people listening to him thinks. He is not thinking about changing the basic rules of the game, only trying to make them less overwhelming to the small players. Giving some handicap to the smaller rat doesn't change the rat's race. It is still a race with only one winner, a race with millions of losers.

I think next president
of the United States won't be as bad as current one, but I cannot be very optimistic about him. I think it is the usual business, the hope that will be followed by the disappointment, the fear and then the hope again.

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Who is Roxana Gap?