Una sola mirada dice "si quiero, quiero jugar". Así que jugamos. Jugamos en la penumbra, entre música y alcohol. Nadie quiere jugar de día, nadie quiere jugar en silencio. Hablamos de todo y de nada, compartimos trivialidades y pequeños secretos, y todo acto es una buena excusa para acercarse un poco mas. Un poco de baile y mas risas, juego a ser el chico "medio bueno, medio malo", mientras tu juegas a ser "medio tímida, medio atrevida", ahora es un "SI QUIERO" con mayúsculas.
No es solo juntar los labios, es sentir el aliento tibio de la otra persona, es sentir un cuerpo cerca, sentir un pequeño estremecimiento, olvidar la vista y concentrarse en el tacto. Es saber que hemos estado jugado el mismo juego. No son solo abrazos y besos, es el calor y el deseo de avanzar y detenerse. El miedo a hacer el movimiento equivocado y terminar la noche con un mal sabor.
No es simplemente estar solos, es que ya no hay mas mundo sino tu y yo. Y estando solo tu y yo tu aliento, tu mirada y todo tu cuerpo me dicen que jugué bien, me dicen: "Eres bienvenido. ¿Querías tocar? toca, ¿Querías besar? besa. Soy tuya".
Todos los sentidos se mezclan: se mira con las manos, se toca con la boca, se habla con la mirada. Se descubre la piel que arde bajo la ropa y cada centímetro de piel descubierto es un centímetro de piel para tocar y besar. Es el momento de buscar el punto que hace temblar, la caricia que hace volar. Es querer fundirse en uno solo, es sentirse el uno parte del otro, es sentir el placer de dar placer, es estremecerse y tocar el cielo. Es poder decirte: "llévame dentro de ti y tómame por prisionero. Soy tuyo".
Si, es simplemente un juego: para una noche, para toda la vida.
No es solo juntar los labios, es sentir el aliento tibio de la otra persona, es sentir un cuerpo cerca, sentir un pequeño estremecimiento, olvidar la vista y concentrarse en el tacto. Es saber que hemos estado jugado el mismo juego. No son solo abrazos y besos, es el calor y el deseo de avanzar y detenerse. El miedo a hacer el movimiento equivocado y terminar la noche con un mal sabor.
No es simplemente estar solos, es que ya no hay mas mundo sino tu y yo. Y estando solo tu y yo tu aliento, tu mirada y todo tu cuerpo me dicen que jugué bien, me dicen: "Eres bienvenido. ¿Querías tocar? toca, ¿Querías besar? besa. Soy tuya".
Todos los sentidos se mezclan: se mira con las manos, se toca con la boca, se habla con la mirada. Se descubre la piel que arde bajo la ropa y cada centímetro de piel descubierto es un centímetro de piel para tocar y besar. Es el momento de buscar el punto que hace temblar, la caricia que hace volar. Es querer fundirse en uno solo, es sentirse el uno parte del otro, es sentir el placer de dar placer, es estremecerse y tocar el cielo. Es poder decirte: "llévame dentro de ti y tómame por prisionero. Soy tuyo".
Si, es simplemente un juego: para una noche, para toda la vida.