Los bonobos son animales asombrosos. Para los que no somos expertos en primates, los bonobos pueden no distinguirse de los chimpancés en su apariencia; pero son muy diferentes en su comportamiento. Mientras los chimpancés se caracterizan por ser animales violentos, que forman sociedades donde las hembras son sometidas por los machos dominantes, los bonobos parecen haber escapado del círculo vicioso de la violencia. Los bonobos parecen haber adoptado el lema "hagamos el amor y no la guerra". Literalmente.
El sexo juega en su sociedad un papel primordial, se usa para resolver conflictos, forma parte de los rituales de alimentación y solo por diversión (eso pareciera). Entre los bonobos no parece haber limites de edad o género para las prácticas sexuales. Toda esta actividad parece exagerada y aberrante a los ojos humanos, pero cumple un papel muy importante en su sociedad. Hasta cierto punto es lógico que lo veamos así, ya que como los humanos formamos parejas mas o menos estables, la promiscuidad sexual representa un problema desde el punto de vista social. Mientras un solo compañero sexual es señal de un vínculo estable, muchos compañeros sexuales son símbolo de ningún vínculo estable (los humanos no acostumbramos a tener sexo casual con amigos o personas cercanas en general). Pero en los bonobos la promiscuidad se utiliza precisamente para establecer vínculos, para liberar tensiones y facilitar la convivencia.
Entre los bonobos no existe la dominación de género como nosotros la conocemos. Su sociedad es matriarcal, son las hembras las que dirigen el grupo, y son las que aceptan o rechazan a los machos. Pero no es una simple inversión de papeles. Ya que las hembras bonobo son físicamente mas pequeñas que los machos, estos aún serían capaces (en teoría) de dominarlas por la fuerza como hacemos los humanos con mas frecuencia de lo que estamos dispuestos a aceptar. La hembras compensan esta deficiencia con fuertes vínculos entre ellas y con sexo. Ningún macho intentaría enfrentarse a golpes, solo, a un grupo de hembras; y muy seguramente tampoco deseará hacerlo ya que las hembras no están dispuestas a tener sexo con machos que se muestren violentos o dominantes. Algunos dirán que esa es una forma de dominación, pero no lo es. En una relación de poder el que domina es capaz de obligar al dominado a hacer algo aún contra su voluntad, y cualquier hombre (varón) sabrá que en realidad estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para obtener el favor de una mujer.
Muchas veces he comentado entre mis amigos que en mi próxima vida quiero reencarnar en bonobo. Las mujeres suelen comentar algo semejante a "claro, los hombres solo quieren sexo", los hombres suelen interesarse hasta que descubren que las "prácticas sexuales no limitadas por género" son una manera larga y políticamente correcta de decir "prácticas homosexuales". Pero a mi me sigue gustando la idea de la no-dominación/no-violencia, y mientras los humanos no encontremos otra forma de establecer una sociedad pacífica e igualitaria, el "hagamos el amor y no la guerra" seguirá siendo el único modelo exitoso comprobado.
El sexo juega en su sociedad un papel primordial, se usa para resolver conflictos, forma parte de los rituales de alimentación y solo por diversión (eso pareciera). Entre los bonobos no parece haber limites de edad o género para las prácticas sexuales. Toda esta actividad parece exagerada y aberrante a los ojos humanos, pero cumple un papel muy importante en su sociedad. Hasta cierto punto es lógico que lo veamos así, ya que como los humanos formamos parejas mas o menos estables, la promiscuidad sexual representa un problema desde el punto de vista social. Mientras un solo compañero sexual es señal de un vínculo estable, muchos compañeros sexuales son símbolo de ningún vínculo estable (los humanos no acostumbramos a tener sexo casual con amigos o personas cercanas en general). Pero en los bonobos la promiscuidad se utiliza precisamente para establecer vínculos, para liberar tensiones y facilitar la convivencia.
Entre los bonobos no existe la dominación de género como nosotros la conocemos. Su sociedad es matriarcal, son las hembras las que dirigen el grupo, y son las que aceptan o rechazan a los machos. Pero no es una simple inversión de papeles. Ya que las hembras bonobo son físicamente mas pequeñas que los machos, estos aún serían capaces (en teoría) de dominarlas por la fuerza como hacemos los humanos con mas frecuencia de lo que estamos dispuestos a aceptar. La hembras compensan esta deficiencia con fuertes vínculos entre ellas y con sexo. Ningún macho intentaría enfrentarse a golpes, solo, a un grupo de hembras; y muy seguramente tampoco deseará hacerlo ya que las hembras no están dispuestas a tener sexo con machos que se muestren violentos o dominantes. Algunos dirán que esa es una forma de dominación, pero no lo es. En una relación de poder el que domina es capaz de obligar al dominado a hacer algo aún contra su voluntad, y cualquier hombre (varón) sabrá que en realidad estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para obtener el favor de una mujer.
Muchas veces he comentado entre mis amigos que en mi próxima vida quiero reencarnar en bonobo. Las mujeres suelen comentar algo semejante a "claro, los hombres solo quieren sexo", los hombres suelen interesarse hasta que descubren que las "prácticas sexuales no limitadas por género" son una manera larga y políticamente correcta de decir "prácticas homosexuales". Pero a mi me sigue gustando la idea de la no-dominación/no-violencia, y mientras los humanos no encontremos otra forma de establecer una sociedad pacífica e igualitaria, el "hagamos el amor y no la guerra" seguirá siendo el único modelo exitoso comprobado.
Dejo, para terminar, un enlace para conocer un poco mas sobre los orígenes de nuestra violencia y la no violencia de estos animales.