Los huecos de la memoria aparecen el la obra "1984"; y son unos huecos que hay junto a cada punto de trabajo en el ministerio de la verdad. La razón de ser de estos huecos es poner en ellos todas las cosas que deban ser olvidadas, incluyendo fotos, artículos de periódico, estadísticas y demás, permitiendo que la historia se reconstruya una y otra vez según las necesidades del día. ¿Qué el Gran Hermano había condecorado a un político ahora en desgracia? Se envian las fotos al hueco de la memoria. ¿Las resultados del plan quinquenal no son los esperados? Se envían los planes viejos al hueco de la memoria y se escriben unos nuevos. No importa si tu aún recuerdas el evento original, es cuestión de disciplina y doble-pensar, y lo que envías al hueco de la memoria se olvida realmente (hasta que sea necesario volverlo a recordar).
Parece ser que esta tecnología esta siendo implantada en Colombia, incluyendo la conveniente cultura del doble-pensar. Las estadísticas de seguridad de Bogotá del año 2004, publicadas en 2005, presentaron algunas "inconsistencias" cuando se publicaron nuevamente en 2006. Todos los números de 2004 aparecían peores que en reporte original, con lo que los resulados de 2005 se veían como una gran mejora respecto a 2004. Un poco de doble-pensar de parte del alcalde solucionó el problema sin mayores molestias. Una suerte similar sufrieron los informes sobre empleo y salario de los últimos 5 años. Una visita a la página web de planeación nacional le permitió al Tiempo detectar una reducción en los ingresos reales de los colombianos durante los últimos años. ¿La reacción del gobierno? Cambiar las estadísticas; de un momento para otro descubren que las estadísticas de los últimos 5 años habían estado mal. Se envía todo al hueco de la memoria, se olvidan los datos anteriores, y todos felices, excepto los que nos negamos a olvidar.
Parece ser que esta tecnología esta siendo implantada en Colombia, incluyendo la conveniente cultura del doble-pensar. Las estadísticas de seguridad de Bogotá del año 2004, publicadas en 2005, presentaron algunas "inconsistencias" cuando se publicaron nuevamente en 2006. Todos los números de 2004 aparecían peores que en reporte original, con lo que los resulados de 2005 se veían como una gran mejora respecto a 2004. Un poco de doble-pensar de parte del alcalde solucionó el problema sin mayores molestias. Una suerte similar sufrieron los informes sobre empleo y salario de los últimos 5 años. Una visita a la página web de planeación nacional le permitió al Tiempo detectar una reducción en los ingresos reales de los colombianos durante los últimos años. ¿La reacción del gobierno? Cambiar las estadísticas; de un momento para otro descubren que las estadísticas de los últimos 5 años habían estado mal. Se envía todo al hueco de la memoria, se olvidan los datos anteriores, y todos felices, excepto los que nos negamos a olvidar.