Hace poco leí en la revista Soho a varios editorialistas haciendo 'autocrítica', y haciéndolo muy mal. Mas que criticase a si mismos se dedicaron a justificarse ante sus críticos y, lo que es peor, a alabarse. En buena medida los comprendo. Aceptar ante los demás que hemos hecho, dicho y pensado estupideces nos convertiría en personas mas arrogantes y no mas humildes.
La autocrítica no puede hacerse de dientes para afuera. Para criticarnos debemos enfrentarnos a esa voz que nos habla en las noches, debemos mirar hacia adentro y tratar de vernos con los mismos ojos que nos ven los demás. Después de hacerlo podemos pedir disculpas honestas por nuestros errores, perdonar los errores de los demás y seguir con nuestra vida siendo un poco mejores o al menos sintiéndonos un poco mas livianos.
La autocrítica no puede hacerse de dientes para afuera. Para criticarnos debemos enfrentarnos a esa voz que nos habla en las noches, debemos mirar hacia adentro y tratar de vernos con los mismos ojos que nos ven los demás. Después de hacerlo podemos pedir disculpas honestas por nuestros errores, perdonar los errores de los demás y seguir con nuestra vida siendo un poco mejores o al menos sintiéndonos un poco mas livianos.