Read "Snowmobile and the best things in life."
El jueves comienza tibio y soleado. Aunque la idea de tibio es un poco diferente acá a lo que era en casa. Tener menos 6 grados de verdad parece tibio. Las actividades para hoy son motos de nieve y trineo con perros. Como vamos a estar mucho tiempo al aire libre, la empresa a cargo de llevarnos nos hace cambiar de zapatos y vestir un overol adicional, protección que es muy bienvenida ya que aún a temperaturas relativamente altas el viento puede congelarlo a uno en minutos.
Las motos de nieve son una bonita pieza de ingeniería que usa las técnicas aprendidas durante siglos para andar el la nieve con el objeto de crear un enorme y ruidoso juguete para movilizarse en invierno. Nos dan un curso rápido para usarlas y estamos todos listos para el paseo. Las motos se ven poderosas, y se sienten poderosas, pero tan pronto como arrancamos nos damos cuenta de que ese poder no es para nosotros. Somos principiantes y manejamos como tales. Apenas pudimos acelerar un par de veces en el trayecto, y aún así no alcanzamos los 80 kph.
El recorrido está pensado para ser disfrutado aún a baja velocidad. El bosque cubierto de nieve y el sonido de los motores y la novedad de la situación hacen de cada curva una oportunidad para sorprenderse, y el sol que nos acompaña lo hace aún mejor. Manejamos por 30 minutos hasta llegar al río donde comemos sandwich y bebemos café. En este punto deberíamos cambiar al trineo, pero un error mio me hace perder mi grupo. Como consejo les digo: no intenten aprender a hacer ángeles de nieve cuando estén de afán. Así que completé todo el trayecto en las motos, lo cual no fue nada malo, pero sí incompleto.
La tarde incluía mas actividades al aire libre, específicamente deslizarnos por una ladera y jugar fútbol en la nieve. La parte de lanzarnos cuesta abajo fue muy divertida, aún si uno tiene que caminar 5 minutos cuesta arriba para una bajada de 30 segundos. También puede ser peligroso, como uno de los compañeros pudo descubrir después de caerse aparatosamente lastimarse la nariz, pero como decía mi abuela "no podía faltar la novedad (accidente)".
Jugar fútbol en la nieve no es como jugar fútbol normal. No es para nada fácil jugar cuando el piso puede desaparecer bajo nuestros pies en cualquier momento y dejarnos clavados en la nieve hasta la rodilla. Tiene, sin embargo, la ventaja de hacerme parecer un poco menos malo que la versión en pasto.
Para terminar el día decidimos permanecer afuera para ver la aurora, pero estaba nublado y decidimos simplemente dar un paseo nocturno. Siguiendo a nuestros guías suecos terminamos caminando por el río congelado. Hubo dos cosas que me impresionaron: la primera fue encontrar hielo debajo de la nieve. En las áreas donde había poca nieve, se podía simplemente barrer un poco con la mano para encontrarse con el hielo. Era duro como concreto, pero solo es agua congelada, teníamos una capa de nieve sobre el hielo, sobre mas agua. Y yo parado en la cima. Que chévere, ¿cierto? La segunda cosas fue darme cuenta de lo difícil que es caminar en la nieve. Los últimos 50-70 metros de caminata en el río fueron a través de nieve mas gruesa. Mis piernas desaparecían por completo en la nieve con cada paso. Para avanzar tenía que sacar todo mi cuerpo de la nieve, dar un paso y volver a quedar atrapado en la nieve otra vez. Y así para cada paso.
Aún así fue entretenido. Después de salir del río estaba muy cansado, jadeando, pero me sentía bien. Lo disfruté mucho y recordé que las mejores cosas en la vida siguen siendo gratis.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment